Yogacharini Lilima, es iniciada en Kriya Yoga por Swami Sarveshwaranda Giri en 1997. En 1999 visita por primera vez el ashram de Homestead, Miami y recibe el darshan de Paramahansa Hariharananda.
Desde 1997 participa en la coordinación de los programas que Swami realiza cada año en Perú. Dirige el Arca del Amor en Lima desde 2005. En Abril de 2021, es nombrada por Yogi Sarveshwarananda Giri como Yogacharini. Actualmente, lidera el Arca del amor en el Puericultorio Pérez Aranibar.
Yogacharini Lilima, también conocida como Liliana Galván Ore es Licenciada en Psicóloga Educacional por la Universidad Peruana Cayetano Heredia y Arte-educadora. DEA (Diploma de Estudios Avanzados) en Investigación y Estudios de Doctorado en Dirección y Administración por la Universidad Politécnica de Cataluña, España.
En la Universidad Peruana de Ciencias aplicadas (UPC) Lideró la carrera de Psicología, a partir del 2006 fue Decana de la Facultad de Ciencias Humanas, en 2011 lideró la Carrera de Traducción e interpretación Profesional.
Creatividad
Se especializó en Creatividad y desarrollo del Potencial Humano. Es vicepresidente de IDEA, Asociación Internacional de Drama, Teatro y Educación. Escritora del libro “Creatividad para el Cambio: Innovación para la vida y la empresa” Tercera edición
Fué directora de la Escuela de Arte “Integrarte” Ha participado como expositora a nivel internacional en el tema de creatividad y arte integral en países como: Alemania, Australia, Bolivia, Canadá, Hong Kong y Noruega.
La Familia de Misiones Hariharananda
Desde el comienzo nuestra forma de trabajo ha sido la de establecer una red de misiones pequeñas pero eficientes en nombre del maestro amado Paramahamsa Hariharananda, afectuosamente conocido como Baba que significa “padre” en sánscrito.
Cada misión o centro realiza su proyecto independientemente y lo que los conecta son los lazos de amor con sus profesores y no las obligaciones corporativas.
Lahiri Mahashaya, el padre del Kriya Yoga moderno, dijo hace 160 años que si el Kriya Yoga se convertía en un movimiento organizado estaría predestinado al fracaso.
Cuando la transmisión divina la manejan instituciones ricas y poderosas, la espiritualidad y la pureza tienden a declinar y la lealtad a la corporación y sus líderes, en lugar de proporcionar libertad para la realización en Dios, se convierte en la expectativa en blanco para sus miembros.
Con la corrupción de los ideales de los líderes sobreviene la corrupción de la práctica espiritual y el mensaje original del fundador gradualmente desaparece.
Baba, descrito en alguna ocasión como “el maestro de la religión desordenada”, con frecuencia dijo a sus acharyas y monjes “trabajen independientemente, preservando siempre el amor por Hariharananda.” De esta forma mantuvo la unidad a través de la diversidad y aseguró que las maravillosas enseñanzas del Kriya Yoga nunca serían de “propiedad” y regidas por una sola entidad o persona y podía ser compartida en formas creativas múltiples.
Como Swami Ramdas solía decir, “Bajo el abrigo y proximidad de un árbol grande no crecerá un árbol pequeño a su estatura y potencial completo, capaz de dar sombra y frescura a muchos seres”.
Lo mismo sucede con las organizaciones, las unidades que comienzan necesitan la protección de la organización principal pero tan pronto logran desarrollarse suficientemente para mantenerse por si mismas pueden girar y seguir su propio camino y misión, manteniendo su conexión con la organización madre sobre la base de la libertad y el amor.
